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Bodegas

Entrevista a Ignacio Marín Lozano, propietario y gerente de Bodegas Libre y Salvaje

En pleno corazón de la Sierra de Algairén, en la DO Cariñena, Ignacio Marín Lozano impulsa Bodegas Libre y Salvaje, un proyecto que combina tradición, respeto al territorio y una filosofía de libertad enológica.

Publicado por:
Ana Gómez González

Con raíces familiares ligadas a la vid desde generaciones, Ignacio ha decidido apostar por recuperar viñedos viejos y abandonados para darles una nueva vida a través de vinos auténticos, expresivos y profundamente conectados con la naturaleza que los rodea.

1. ¿Cómo nació "Libre y Salvaje"? ¿Qué fue lo que encendió la chispa para crear esta bodega?

Libre y Salvaje nace con el objetivo de recuperar viñedos viejos o abandonados de uvas Cariñena y Garnacha, entre otras autóctonas, en las zonas más altas de la Sierra de Algairén, en cuyas faldas se encuentra la DO Cariñena. Recuperar esos paisajes y convertirlos en los vinos que me apasiona beber.
La chispa que lo encendió fue darme cuenta de cómo se había transformado, en muchos aspectos para mal, una zona vitivinícola histórica. Dando la espalda a sus variedades, tradiciones y paisajes en detrimento de la calidad y la singularidad y en pro de la súper producción. Yo he nacido y me he criado en Cariñena y Encinacorba, mis dos pueblos, mi familia se dedica desde generaciones al cultivo de la vid y la elaboración de vino, y sentí que tenía que tomar esa dirección diferente.

2. Sé que algunas de vuestras etiquetas tienen significado familiar como “Porretón”. ¿Me cuentas alguna de estas historias?

El Porretón es el nombre que se le da en Aragón a un determinado tipo de cría de pájaro y el apodo que pusieron a mi abuelo materno por lo pequeño que nació.
Hombre de gran corazón, se convirtió en ganador de varios deportes regionales y en un infatigable trabajador —fue durante 40 años el encargado de las viñas del médico del pueblo— cuyo ritmo en el cultivo de la viña era “imposible” de seguir. Jubilado, con más de 90 años, seguía recibiendo continuas visitas en casa para dar consejo sobre el cuidado de la viña y sus enfermedades, incluso de la oficina agraria. En honor a él y para demostrar que, a veces, lo mejor es el resultado de lo menor. En este vino intentamos transmitir la calidad de la uva que se obtiene en el viñedo, pequeña parcela de viñas viejas con edad orientativa mayor a 80 años. Un gran vino de una pequeña parcela.

3. ¿Qué significa para ti el nombre “Libre y Salvaje”? ¿Cómo se traduce en lo que hacéis?

Representa el espíritu libre y la filosofía de trabajo que tenemos. Hacemos vinos sin recetas, sin clasificar por su tiempo de crianza, solo por el origen de sus uvas, sin más norma que la propia naturaleza. Cultivamos todo en ecológico, son viñedos de monte trabajados artesanalmente, como nuestros vinos, que se elaboran por gravedad y crían en cuevas.

4. ¿Cómo defines la esencia de tus vinos en tres palabras?

Podrían ser el propio nombre de la Bodega: “Libre y Salvaje”.
Podríamos añadir: recuperación, territorio y pasión.

5. ¿Qué variedades son las protagonistas en Libre y Salvaje y por qué las elegiste?

Elegimos recuperar cepas viejas o abandonadas, principalmente de garnacha tinta y blanca, y cariñena, siendo esta última el 40% de nuestro viñedo, mientras que en la zona representa un 4%.

6. ¿Cuál fue el mayor riesgo que asumiste al poner en marcha la bodega?

Libre y Salvaje es un proyecto a muy largo plazo, siempre fieles a nuestra filosofía, por lo que quizá nuestro gran reto es ser capaces de transmitir este proyecto en una zona de larga tradición de grandes producciones.

7. Cuéntame un poco cómo se elaboran vuestros vinos por gravedad.

Nuestra bodega está situada en el pintoresco pueblo de Almonacid de la Sierra, en pleno corazón de la Sierra de Algairén, dentro de la región aragonesa. Con raíces que se hunden en siglos de historia, representa un fiel testimonio de la rica tradición vitivinícola local.
Distribuida en cuatro niveles, nuestra bodega aprovecha la fuerza de la gravedad para realizar una vinificación cuidadosa, respetando al máximo la integridad de la uva y del vino en cada fase. Tras la fermentación, el vino descansa en antiguas cuevas subterráneas, donde el entorno natural ofrece unas condiciones ideales de temperatura y humedad para su crianza. Este proceso, íntimamente ligado al entorno y a la historia de la zona, nos permite elaborar vinos de manera sostenible y sacar su máxima expresión.

8. ¿Cómo influye el paisaje, el clima y el suelo de la zona en tus vinos?

El carácter único de los vinos de Bodegas Libre y Salvaje nace del entorno salvaje de la Sierra de Algairén, donde viñas viejas en vaso crecen entre bosques y laderas escarpadas. El clima continental con influencia mediterránea, marcado por grandes contrastes térmicos, favorece una maduración lenta que conserva frescura y potencia los aromas.
Los suelos variados —arcillo-calcáreos, pedregosos y arenosos— aportan estructura, mineralidad y profundidad. El resultado son vinos expresivos, con alma de montaña, identidad silvestre y marcada autenticidad.

9. ¿Qué papel juega la viticultura ecológica o regenerativa en vuestro enfoque?

La viticultura ecológica y regenerativa es el pilar fundamental en el enfoque de Bodegas Libre y Salvaje. No solo se cultivan las viñas sin químicos ni pesticidas, sino que se trabaja activamente para regenerar el suelo, conservar la biodiversidad y recuperar el paisaje original de la Sierra de Algairén.
Se respetan los ciclos naturales, se promueve la vida microbiana en el suelo y se favorece el equilibrio del ecosistema con cubiertas vegetales, manejo manual y mínima intervención. Este compromiso no busca solo producir vino, sino devolver vida al territorio, preservar viñas viejas y crear vinos que reflejen con honestidad el lugar del que nacen.

10. ¿Cómo ves la evolución de Cariñena como región en los próximos 10 años?

Considero que la región va a sufrir un gran cambio en estos próximos años debido a la falta de relevo generacional y a la caída del consumo del vino. Sin embargo, puede ser una oportunidad para mejorar como zona, reducir producciones, ponerlas en valor y mostrar al mundo la calidad superlativa que los vinos de esta zona pueden ofrecer.

11. ¿Qué te gustaría que alguien sintiera, pensara o recordara después de probar uno de tus vinos?

La honestidad, el mimo y la energía con la que están hechos. Que son reflejo del paisaje natural del que proceden.
Quienes prueban nuestros vinos repiten y nos recomiendan. También les surge la curiosidad de conocer el lugar donde se elaboran. Un complejo histórico único, las cuevas ancestrales más largas de Aragón, la sala de elaboración con piezas de museo y las catas guiadas en la casa palaciega, que lo convierten en una experiencia muy sorprendente. Nadie se lo espera.