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Entrevistas

Entrevista a Eladio Piñeiro, el creador de Envidiacochina

Hablar de vino es hablar también de la persona que lo elabora. Sus decisiones, su historia, sus emociones… todo acaba reflejándose en la botella.

Publicado por:
Ana Gómez González

 En esta entrevista, conocemos al alma detrás de vinos como Envidiacochina, Frore de Carme o Amodiño, un proyecto muy personal nacido en el corazón del Salnés, en las Rías Baixas, donde el albariño cobra una nueva dimensión.

La historia de un vino va unida a la del bodeguero. ¿Cómo se refleja tu vida personal en los vinos que haces hoy?

En las diferentes facetas de mi vida profesional me encanta comentar esta frase porque estoy convencido que en el camino recorrido y las experiencias vitales acaecidas no solo tienen influencia en lo que deseas que transmitan tus vinos sino que esas relaciones humanas y sus enseñanzas van forjando tu personalidad y siempre con ese ingrediente imprescindible: la pasión.

Tras vender tu anterior marca por motivos personales, iniciaste una nueva etapa. ¿Qué significó para ti ese nuevo comienzo?

Mirando hacia atrás, la venta de la marca fue, por un lado, una experiencia gratificante: había conseguido construir un proyecto de éxito, y esa operación me permitió estar al lado de Carme en un momento en el que ella necesitaba, más que nunca, todo mi aliento y apoyo. Sentir que, unidos a su fortaleza mental, podíamos superar esa etapa difícil fue lo más importante.

Por otro lado, también supuso una pérdida emocional. Aquella marca la había creado desde el corazón, como un homenaje a mi abuelo Ramón, y fue la primera elaboración de Alimentaria embotellada en una icónica botella azul, algo que marcó un hito.

Emprender una nueva etapa, con Carme hoy a mi lado, significa algo muy profundo: es un acto de amor y de pasión por lo que hacemos. Y, sobre todo, es un tributo sentido a la cultura vitivinícola ancestral del Salnés, en las Rías Baixas, que tanto respeto y admiro.

Te defines como alguien que nada a contracorriente de la globalización del gusto. ¿Qué te aleja de esa estandarización?

Siempre comento que huyo de los vinos “fotocopia” porque es muy triste que vinos de diferentes latitudes muestren ciertos matices similares por fermentar con las mismas levaduras y otras prácticas enológicas que uniforman los vinos. Cuando lo que realmente es maravilloso es que un vino muestre su profunda identidad, sin ningún tipo de intervención, basada en la variedad, suelo, edad del viñedo y en nuestro caso la influencia del mar.

¿Qué vino o vinos consideras que resumen mejor tu filosofía actual?

En esta nueva etapa se está erradicado el uso de cualquier producto de síntesis química y buscamos la complicidad de la naturaleza. Cada uno de mis vinos busca mostrar la increíble versatilidad de la uva Albariño pero sobre todo su capacidad de envejecimiento. De hecho todos tienen una larga crianza y no se comercializa ninguno joven y tampoco de índole comercial.

¿Se hacen tours en tu bodega? ¿Cómo son?

Si, claro, y es increíble la cantidad de disfrutones y winelovers que desean conocer de cerca lo que haces y pasar un buen rato, porque lo que pretendemos es transmitir emociones.

Si tuvieras que recomendar un vino a alguien que se está iniciando en el mundillo, ¿cuál le darías?

Primero le diría que cualquier vino no intente entenderlo y si “quererlo” porque un vino al estar vinculado a los sentidos siempre tiene la capacidad de estimular y hacerte descubrir sensaciones y es un catalizador de emociones. De mis vinos por supuesto le recomendaría Envidiacochina porque no solo es mi vino más democrático si no que es la sinopsis de todos ellos.

¿Hay alguna añada o vino en particular que guardes con un cariño especial? ¿Por qué?

Si, Frore de Carme y Amodiño 2015, porque en esa añada nació en Francia mi nieto Paul y volviendo a las emociones cada vez que abro una de estas botellas la memoria se suma a las percepciones organolépticas.

¿Cómo te gustaría que te recordaran dentro del mundo del vino?

Como una persona inquieta que interpretó su entorno y decidió dedicar su vida a una pasión.