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¿Conoces los ovos moles de Aveiro?

Si has pasado por Aveiro —la “Venecia portuguesa”— probablemente te topaste con unos pequeños dulces con forma de conchas, peces o barriles.

Publicado por:
Ana Gómez González

Quizá los probaste por curiosidad, o alguien te insistió: “Tienes que probar los ovos moles”. Pero, ¿qué hace tan especial a este dulce? ¿Qué historia se esconde dentro de sus formas?

En este post te cuento las curiosidades desde sus raíces monásticas hasta cómo prepararlos en casa. 

Un dulce con historia: origen monástico y legado de fe

Los ovos moles no son cualquier dulce. Su historia está profundamente ligada a la tradición conventual de Portugal, especialmente al Monasterio de Jesús de Aveiro, fundado en el siglo XV. Como muchos dulces conventuales portugueses, los ovos nacen por una razón muy práctica: el excedente de yemas de huevo.

En aquellos tiempos, las monjas utilizaban claras para todo tipo de tareas: almidonar la ropa, purificar el vino, hacer cosméticos… Pero las yemas sobraban. ¿Qué hacer con ellas? La respuesta: añadir azúcar y crear una pasta densa, amarilla, dulce, que se convirtió en un símbolo de identidad local.

Esta receta se transmitió de generación en generación, incluso después del cierre del convento. La sirvienta de la última monja que habitó el monasterio llevó consigo la receta original y empezó a producir los dulces en su casa. Así, los ovos moles rompieron los muros religiosos para convertirse en patrimonio culinario de todos.

El toque de Aveiro: formas marinas y cultura local

Una cosa es segura: no hay ovos moles sin Aveiro. Aunque hoy puedes encontrar imitaciones por todo Portugal, solo los producidos en Aveiro con métodos tradicionales tienen la Denominación de Origen Protegida (IGP), un sello que garantiza su autenticidad.

Una de sus particularidades más visibles es su envoltorio: no una simple capa de hojaldre o papel, sino una oblea de hostia (sí, como la que se usa en la comunión). Dentro, una pasta dorada y espesa de yemas cocidas con almíbar.

¿Y las formas? Aveiro es una ciudad con raíces profundas en la pesca y la vida marina. Por eso, los moldes evocan el mar: conchas, peces, caracolas, y hasta barriles de pesca. Estos dulces cuentan la historia de una región.

Delicias con identidad: el primer dulce portugués con IGP

En 2009, los ovos moles de Aveiro se convirtieron en el primer producto de pastelería portuguesa en recibir la Indicación Geográfica Protegida (IGP) por la Unión Europea. ¿Qué significa esto en la práctica?

*Su producción está limitada a la región de Aveiro.
*Deben seguir la receta original y un proceso artesanal.
*Que son patrimonio cultural, no solo producto comercial.

La Cofradía de ovos moles de Aveiro, una asociación local, se encarga de preservar la tradición y promover el dulce a nivel nacional e internacional. Incluso organizan eventos y concursos para rendirle homenaje.

¿Cómo se elaboran?

¿Puedes hacerlos en casa? Sí. ¿Será lo mismo que los originales? Difícil. Pero no imposible.

Ingredientes (para unas 20 unidades):

  • 8 yemas de huevo

  • 150 g de azúcar

  • 150 ml de agua

  • Obleas de hostia comestible (se consiguen en tiendas especializadas)

  • 1 clara de huevo para sellar

Preparación:

Hacer el almíbar: en una cacerola pequeña, hierve el agua con el azúcar hasta que empiece a burbujear. Apaga el fuego y deja que se enfríe ligeramente.

Cocinar las yemas: bate las yemas y ve incorporando el almíbar tibio poco a poco, siempre removiendo para evitar que se cocinen demasiado rápido. Cocina a fuego lento, revolviendo constantemente, hasta obtener una crema espesa.

Montar los dulces: coloca una cucharadita de crema en una mitad de la oblea, tapa con otra y sella los bordes con clara de huevo. Recorta las formas con tijeras si tienes moldes o simplemente crea semicírculos.

Secado: déjalos reposar para que se endurezca la oblea exterior. No hace falta hornear.

Y listo: ya tienes una versión casera de los ovos moles. No es Aveiro, pero casi.

¿Dónde probarlos en Aveiro?

Si estás en Aveiro, hay lugares que no puedes ignorar. Aquí algunos clásicos:

Pastelaria Peixinho: considerada la más antigua en la producción de ovos moles. Un lugar donde se respira historia y tradición.

Confeitaria Ramos: otro punto de referencia local, donde la receta se cuida como un tesoro.

Mercado do Peixe: además de mariscos frescos, puedes encontrar pequeños puestos con cajas decoradas de ovos moles listos para llevar.

Y si vas caminando cerca de los canales, verás vendedores con barriles pintados a mano ofreciendo el dulce envuelto en papel, como se hacía hace más de cien años.

Un símbolo de Portugal

Los ovos moles no son solo un dulce. Representan el ingenio de las monjas, la riqueza cultural de Aveiro y la evolución de la cocina portuguesa. Son parte de una identidad que mezcla religión, pesca, azúcar y memoria colectiva.

Curiosidades que quizá no sabías

Las monjas no podían vender dulces, así que muchas enseñaban las recetas a empleadas o familiares para que lo hicieran por ellas.

Los barriles donde se vendían originalmente eran de madera, decorados con escenas de pesca. Hoy, muchos siguen esa estética, aunque en miniatura.

La receta ha inspirado helados, tartas y hasta licores. Pero la forma original sigue siendo la más valorada.

Y tú, ¿ya los has probado?