Pero esta ciudad del norte de Portugal tiene otro tesoro, uno que se esconde en vitrinas de pastelerías, en panaderías de barrio o en los postres de cualquier menú: sus dulces. Portugal es un país dulce por naturaleza. Y Oporto, cuna del famoso vino de Oporto, ha convertido la repostería en arte.
Este artículo va más allá de los famosos Pastéis de Belém. Aquí te presento diez dulces portugueses maridados con vinos de Oporto de diferentes estilos y bodegas. Porque no hay mejor forma de conocer un país que a través de lo que come y lo que bebe.
1. Baba de camelo + Porto White de Quinta da Pacheca
Este postre, con nombre peculiar y origen improvisado, es una mousse de leche condensada y huevo. Su textura ligera y dulce intensidad piden un contrapunto fresco.
Maridaje: Un Porto White seco como el de Quinta da Pacheca equilibra su dulzor y añade notas florales y cítricas que limpian el paladar.
2. Bolo de bolacha + Porto Tawny 10 años de Graham’s
El clásico "pastel de galletas" es un postre de capas: galleta María empapada en café, intercalada con crema de mantequilla o leche condensada. Denso, nostálgico y muy portugués.
Maridaje: Elige un Porto Tawny 10 años, como el de Graham’s. Su sabor a nuez, caramelo y frutas secas armoniza con la galleta y potencia los sabores tostados del café.
3. Papos de anjo + Porto Ruby Reserva de Sandeman
Su nombre significa “papadas de ángel” y es tan tierno como sugiere. Hecho de yemas batidas al horno y bañadas en almíbar, es húmedo, ligero y dulce hasta el alma.
Maridaje: Un Ruby Reserva de Sandeman es ideal. Este vino, con frutas rojas intensas, contrasta con el dulzor y aporta estructura sin opacar la delicadeza del postre.
4. Queijada de Sintra + Porto Branco Lagrima de Cálem
Estas pequeñas tartaletas de queso fresco tienen un sabor suave pero persistente. El requeijão les da una textura sedosa y un leve toque salado.
Maridaje: Un Lágrima White Port de Cálem complementa el queso con notas de miel y cítricos maduros. Un dúo sofisticado.
5. Bolas de Berlim + Porto Rosé de Quinta do Noval
Parecen donuts, pero tienen un relleno de crema de yema que los hace únicos. Se comen fríos, muchas veces en la playa, y son tan adictivos como una buena serie.
Maridaje: El Porto Rosé de Quinta do Noval refresca con sus notas de fresa, frambuesa y melón. Un contraste frutal y chispeante que equilibra la grasa del bollo frito.
6. Fatias doces + Porto Tawny 20 años de Taylor’s
Típicas de Braga, estas “rebanadas dulces” se elaboran con yema de huevo, almendra y azúcar. Son densas, intensas y con una textura entre pudin y bizcocho.
Maridaje: Un Tawny 20 años de Taylor’s eleva este dulce con matices de nuez, especias suaves y caramelo tostado. Una combinación muy elegante.
7. Tarta de serradura + Porto Late Bottled Vintage (LBV) de Fonseca
Parecida a una cheesecake sin horno, esta tarta se compone de capas de galleta triturada y crema de nata y leche condensada. Cremosa y adictiva.
Maridaje: Un Porto LBV de Fonseca, con cuerpo y estructura, le da contrapunto a la cremosidad de la serradura con su potencia frutal y taninos suaves. Funciona como postre líquido.
8. Natas do Céu + Porto White Reserva de Kopke
Este postre, que combina galletas, yema y nata montada, es como una versión lusa de las natillas con un twist. Su nombre significa “cremas del cielo”. Y no exagera.
Maridaje: El White Reserva de Kopke, la bodega más antigua de Oporto (1638), tiene la frescura y el toque cítrico perfecto para balancear este postre etéreo.
9. Pingos de tocha + Porto Colheita 1997 de Burmester
Originarios del convento de Santa Clara de Amarante, los Pingos de Tocha son dulces dorados con forma de lágrima. Puro huevo y azúcar, con textura firme por fuera y blanda por dentro.
Maridaje: El Colheita 1997 de Burmester, envejecido en barrica, tiene profundidad, aromas de especias y frutas pasas que armonizan con este dulce conventual. Un matrimonio perfecto.
10. Bolo de arroz + Porto Ruby de Ferreira
Parece una magdalena, pero no lo es. Está hecha con harina de arroz, esponjosa por dentro y ligeramente crujiente por fuera. El típico acompañamiento de un café en Portugal.
Maridaje: Un Porto Ruby joven de Ferreira le da la energía frutal necesaria para animar este pastel simple y cotidiano. Ideal para una merienda con estilo.
Dónde disfrutarlos en Oporto
Muchos de estos dulces pueden encontrarse en pastelerías clásicas como:
Confeitaria Tavi (Foz) – para tartas y queijadas de autor.
Pastelaria Pérola do Bolhão – junto al mercado, para dulces conventuales.
Leitaria da Quinta do Paço – famosa por sus profiteroles, pero también ofrece bolas de Berlim y natas do céu.
Y para vinos, no hay mejor plan que recorrer las bodegas de Vila Nova de Gaia. Casi todas ofrecen catas con chocolate o quesos. Una experiencia que no te puedes perder si visitas esta ciudad.
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